El día
sábado 11 de octubre de 2014, dentro de los festejos realizados por el club
sirio libanés en torno a su 60º aniversario, se realizó en la Catedral de San
Rafael un encuentro interreligioso por la paz. Sí, tal como se lee. El
encuentro fue presidido, evidentemente, por nuestro Obispo Eduardo María
Taussig y contó con la participación del Imán Sheij en representación de los
musulmanes. También estuvieron presentes Monseñor Habib Chamieh, obispo maronita (católico) y el Dr. Jorge José Chade, delegado de Monseñor Siluan Muci Metropolita del Patriarcado de Antioquía (ortodoxo).
Se desarrolló
de la siguiente manera: palabras de entrada en referencia a la paz, de
Benedicto XVI; discursos de los distintos representantes religiosos; invitación
a la oración particular en silencio; un gesto en el que se entregaron velas
“simbólicas”; la despedida con el saludo de la paz; y un canto de finalización.
Tal
encuentro nos resulta totalmente inconveniente, por su carácter político y
confuso, al incluir personajes de otras religiones, y por el hecho fundamental
de haberse realizado en la Catedral. Es por eso que publicamos esta nota.
Un poco de historia
En cuanto al
acto en sí, la política ecuménica de la Iglesia se ha desarrollado con mucha
fuerza en los últimos 50 años (promovida por cardenales, obispos y los mismos
pontífices), con nulos o muy pocos –además de cuestionados– resultados. La
claridad nunca abunda en estos encuentros y, si bien en los documentos se
exhorta mantener el decoro, dar primacía a la Verdad de la Iglesia Católica,
evitar ambigüedades y confusiones; siempre se va de mal en peor.
Algo de
historia nos remite a Asís de 1986, el primer gran encuentro interreligioso. El
objetivo fue –y esto es nota común en la mayoría de las mencionadas
celebraciones– dar el mensaje de que “la religión” busca la paz y la justicia
social, como se expresa en el documento Nostra
Aetate. Hubo, empero, no pocas voces que se levantaron con fuerza contra
tal iniciativa y aun se discute lo confuso y heterodoxo de aquél encuentro.
Hay varios
documentos y directorios (reglamentaciones) para estos encuentros. El tema da
para largo y ya hay mucho escrito sobre esto. Me remito a poner links y páginas
donde consultarlo.
Reflexiones sobre el Encuentro en nuestra diócesis
Pero
centrémonos en algunas cuestiones centrales en lo referente al encuentro
realizado en nuestra diócesis:
- San Rafael es bastante homogéneo en
cuanto se refiere a religión, pues la mayoría de su población es católica. Las
sectas evangélicas van en aumento, pero no hay entre ellas y nosotros costumbre
de encuentros interreligiosos ni movimiento ecuménico. Además, el Islam
constituye en nuestro departamento una minoría ínfima y por tanto no hay ninguna
necesidad religiosa de promover estos encuentros interreligiosos.
- Dar lugar a que el encuentro fuera en la
Catedral es igual de escandaloso, habiendo tantos centros y salones (el propio
club sirio-libanés cuenta con uno) donde se podía realizar. Al hacerlo en la Catedral
se incumple con su uso exclusivo para el culto y actividades propias de la fe
católica, como lo indica el Código de Derecho Canónico. También se expone
inútilmente a la irreverencia y el desprecio de Nuestro Señor Jesucristo
presente en el Sagrario, ya que se da participación a personas que no comparten
nuestra Fe y no tienen razones para respetar a Dios Eucaristía como
corresponde.
- Tenemos el consuelo de que el encuentro
fue algo ocasional, irrepetible (esperamos y se lo pedimos a nuestro Obispo) y
que fue preparado de una manera sencilla que atenuara las confusiones (evitando
oraciones en común al mismo “Dios”, excesiva participación de representantes de
otras religiones, etc.), siguiendo el ejemplo de la reunión de Asís 2011 de
Benedicto XVI. Aun así, repetimos, dichos encuentros son per se algo político y no estrictamente religioso, pero que,
paradójicamente, se realiza en lugares dedicados al culto religioso –y no a
actos políticos– y sus agentes son estrictamente religiosos.
Pero hay
algo que nos llama poderosamente la atención y nos exige que hagamos mención de
ello: la participación de un Imán en una oración común por la paz.
En pocas
palabras, esto podría ser catalogado de hipócrita y hasta insultante para los
católicos. Todos conocemos los sucesos que día a día se viven en Medio Oriente.
El Islam hoy en día es una fuerza de destrucción y odio expreso a Cristo y sus
seguidores. Muchos de quienes leen este blog habrán escuchado al padre Luis Montes,
misionero del IVE en Irak, que esta semana se halla en nuestro departamento y
ha dado varias conferencias donde narra las atrocidades cometidas por los
musulmanes contra la población católica. Contaba el sacerdote cómo, a pesar de
haber sido desmentido por los medios, realmente se decapitan niños y sus
cabezas son clavadas en estacas. Con estos sujetos y con sus representantes,
nuestro Obispo, para escándalo de sus fieles, pretende dar al mundo un mensaje
de paz y fraternidad, olvidándose de que la verdadera unión se da en la Fe en
Cristo y se consolida con las obras de caridad.
No es
objetivo de este escueto artículo dar una clase magistral sobre las atrocidades
del Islam actual y los desvaríos de los encuentros interreligiosos, pero sí
creemos conveniente desde Centinela dirigirnos a nuestro Obispo para que cuide
de su grey y no permita que se la confunda y engañe. Le pedimos que los actos
políticos no se realicen en nuestros templos. Le pedimos coherencia con
aquellos que aman a la Iglesia y con aquellos que la odian y aborrecen, caridad
y misericordia a los primeros, proclamación de la verdad y firmeza para los
segundos. Le pedimos que se compadezca de los católicos que mueren martirizados
todos los días en Oriente, hable de ellos en público y convoque a sus fieles a
la oración por su perseverancia. Le pedimos que no se preste a actos confusos y
ambiguos que dañan la fe de los sencillos y obligan a los doctos a hacer
exégesis dignas de malabaristas. Le pedimos, en fin, que se comporte como un
verdadero pastor y sea fiel a la misión que le fue encomendada por Dios y de la
cual afectadamente se hizo eco en su 10º aniversario, al decir que había sido
fermento de unidad en la diócesis.
Notas y links de referencia
Nota sobre
el encuentro: http://www.mediamza.com/Lectura.asp?id=100641
Noticias
sobre Irak del IVE: http://www.amigosdeirak.verboencarnado.net
Entrevista
al P. Luis Montes: http://www.youtube.com/watch?v=Q4AH3rWpeQ4
La opinión
de Santo Tomás sobre el Islam:
¿Existe un
Islam moderado? http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=21798
Extractos de
Nostra Aetate y la nueva relación de la Iglesia con la
religión de Mahoma
Proemio
1. En nuestra época, en la que el género humano se une cada vez
más estrechamente y aumentan los vínculos entre los diversos pueblos, la
Iglesia considera con mayor atención en qué consiste su relación con respecto a
las religiones no cristianas. En cumplimiento de su misión de fundamentar la
Unidad y la Caridad entre los hombres y, aún más, entre los pueblos, considera
aquí, ante todo, aquello que es común a los hombres y que conduce a la mutua solidaridad.
Todos los pueblos forman una comunidad, tienen un mismo origen,
puesto que Dios hizo habitar a todo el género humano sobre la faz de la tierra,
y tienen también un fin último, que es Dios, cuya providencia, manifestación de
bondad y designios de salvación se extienden a todos, hasta que se unan los
elegidos en la ciudad santa, que será iluminada por el resplandor de Dios y en
la que los pueblos caminarán bajo su luz.
Los hombres esperan de las diversas religiones la respuesta a los
enigmas recónditos de la condición humana, que hoy como ayer, conmueven
íntimamente su corazón: ¿Qué es el hombre, cuál es el sentido y el fin de
nuestra vida, el bien y el pecado, el origen y el fin del dolor, el camino para
conseguir la verdadera felicidad, la muerte, el juicio, la sanción después de
la muerte? ¿Cuál es, finalmente, aquel último e inefable misterio que envuelve
nuestra existencia, del cual procedemos y hacia donde nos dirigimos?
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La religión del Islam
3. La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran
al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, Creador
del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios
procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la
fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo
reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal, y a veces también la
invocan devotamente. Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios remunerará
a todos los hombres resucitados. Por ello, aprecian además el día del juicio,
cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por tanto, aprecian la
vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.
Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias
y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio exhorta a
todos a que, olvidando lo pasado, procuren y promuevan unidos la justicia
social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres.
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La fraternidad universal excluye toda discriminación
5. No podemos invocar a Dios, Padre de todos, si nos negamos a
conducirnos fraternalmente con algunos hombres, creados a imagen de Dios. la
relación del hombre para con Dios Padre y con los demás hombres sus hermanos
están de tal forma unidas que, como dice la Escritura: "el que no ama, no
ha conocido a Dios" (1 Jn 4,8).
Así se elimina el fundamento de toda teoría o práctica que
introduce discriminación entre los hombres y entre los pueblos, en lo que toca
a la dignidad humana y a los derechos que de ella dimanan.
La Iglesia, por consiguiente, reprueba como ajena al espíritu de
Cristo cualquier discriminación o vejación realizada por motivos de raza o
color, de condición o religión. Por esto, el sagrado Concilio, siguiendo las
huellas de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, ruega ardientemente a los fieles
que, "observando en medio de las naciones una conducta ejemplar", si
es posible, en cuanto de ellos depende, tengan paz con todos los hombres, para
que sean verdaderamente hijos del Padre que está en los cielos.
Todas y cada una de las cosas contenidas en esta Declaración han
obtenido el beneplácito de los Padres del Sacrosanto Concilio. Y Nos, en virtud
de la potestad apostólica recibida de Cristo, juntamente con los Venerables
Padres, las aprobamos, decretamos y establecemos en el Espíritu Santo, y
mandamos que lo así decidido conciliarmente sea promulgado para la gloria de
Dios.
Sobre la
licitud de rezar con quienes no comparten la fe católica (al final extractos de
la Encíclica Mortalium Animos de Pio
XII) http://panoramacatolico.info/articulo/puede-un-cat-lico-rezar-con-quien-no-tiene-fe-cat-lica
Conjunto de
artículos sobre la posibilidad de la libertad religiosa para el Islam
http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=6684 http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=6723 http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=6774 http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=6822
Sobre el
discurso de Benedicto XVI en Ratisbona, la visión de un sacerdote progresista,
ajena a la postura católica: http://panoramacatolico.info/articulo/el-papa-cometio-un-error-y-provoco-un-desastre-con-el-islam
.. de lo que uno se entera..
ResponderEliminarVale la pena leer el capítulo IX del libro der. Alberto Caturelli "La Iglesia y las catacumbas hoy". Pego aquí el final del mismo:
ResponderEliminarFalso y verdadero ecumenismo
Una mera componenda, aunque sea el resultado de una hermenéutica fina y doctísima (pero falsa) es falso "ecumenismo"; en realidad es opuesto al ecumenismo que supone la unidad y unicidad de la Verdad; "ecumenismo", aunque se use profusamente y confusamente, es una palabra vacía que expresa el vacío del sincretismo.
Sería imposible hablar de ecumenismo (carácter esencial de la Iglesia) si la Iglesia no fuese una. Los primeros Padres lo veían con absoluta claridad: San Justino, por ejemplo, explicaba que en todas las religiones, en todos los hombres, existen "unos como gérmenes de verdad" (spérmata alétheias) ; es decir, como una parte del lógos spermaticós; pero todos necesitan llegar al conocimiento y contemplación del Lógos Pantós que es Cristo . Y éste sólo se revela en la única y una Iglesia de Cristo. La infinita distancia entre las semillas de verdad (de la única verdad) que pugnan desde la tierra del orden natural y la revelación del Lógos total, sólo puede ser salvada por Cristo Redentor, el único mediador, que confía a la única Iglesia, su Esposa, el sagrado depósito. Éste sí es el único y verdadero ecumenismo.
El falso ecumenismo supone la evolución esencial del dogma (que San Pío X condenó en la Pascendi) e ignora el desarrollo ("evolución" si se quiere) homogéneo efectuado por conclusión teológica y que Santo Tomás llama explicatio fidei, que muestra el "crecimiento" siempre en el mismo sentido .
Es falso un "ecumenismo" de componenda que suponga que es miembro actual de la Iglesia quien no está unido a su Cabeza; la mera suma o adición extrínseca e imperfecta de "las iglesias" constituye una adición inórgánica; por eso, las llamadas comunidades imperfectas no son Iglesia, como explica la Dominus lesus (n° 17); esta carencia abismal sólo se cura por la conversión.
Es falso "ecumenismo" el que "junta" lo heterogéneo disimulando, no exponiendo o soslayando la integridad de la doctrina; ¡cuidado! ¡no sea que se molesten u ofendan porque predicamos la única doctrina integralmente verdadera! Sería falso ecumenismo no encarar francamente las divergencias esenciales en cuanto a la interpretación de la
Verdad revelada. Tenemos los católicos la seguridad del Magisterio que guarda y enseña el sagrado depósito que vuelve casi ridículos los diversos irenismos. Pío XII alertaba contra el "irenismo" que se oculta a veces "bajo capa de virtud"; quiere pasar por alto "las cuestiones que dividen a los hombres" y así "reconciliar opiniones contrarias aun en el campo dogmático"; hasta se quiere reformar "la teología y su método" y conquistados, dice el Papa, por imprudente irenismo, quieren restablecer la unidad fraterna conduciendo a la ruina la integridad de la fe . La solicitud de acercarnos a los hermanos, agrega Pablo VI, "no puede consentir el relajamiento del compromiso de conservar nuestra fe"; en el fondo, "los así llamados irenismo y sincretismo (... ) parecen no significar sino una especie de escepticismo respecto de la fuerza y la esencia de la palabra de Dios que queremos anunciar" . Lo mismo enseña Juan Pablo II en su encíclica sobre el ecumenismo .
No hay, pues, lugar para acomodos, para "compromisos" equívocos, para componendas y respeto humanos. Veo y leo muchas veces noticias sobre asambleas, reuniones y congresos "ecuménicos" que se parecen demasiado a sincretismos que puedan dejarnos tranquilos (así nadie nos persigue y todos nos "quieren" bien), pero los tales vulneran lo esencial. Dejemos siempre que sea el Vicario de Cristo quien nos guíe y los Obispos en comunidad con él. Ellos sabrán discernir el falso del verdadero ecumenismo".
Andrea Greco de Álvarez
Mirá que ir a buscar un musulmán... ¡este tipo intenta repetir todo lo que hace S. S. Francisco! Y es muy probable que le salga el tiro por la culata...
ResponderEliminar¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia, Eduardo María?
ResponderEliminarPobrecitos, me dan lástima ustedes. No han entendido el mensaje del evangelio. Andrea Greco, ¿Hasta dónde vas a llegar con tu supuesta sapiencia? A juzgar al mismo Cristo.
ResponderEliminarAnónimo del 29 de octubre:
ResponderEliminarMe alegro que le demos lástima, señor. Se nota que ud. es una persona muy compasiva. Sin embargo, quisiera nos explique por qué dice "no han entendido el mensaje del envangelio". ¿A qué evangelio se refiere? El que yo conozco no habla en ningún momento de unificar las religiones o de andar a los besos con los mismos que matan católicos en oriente. ¿Los mártires de Irak a usted no le dan lástima? Vaya! Ud. sí que ha comprendido el mensaje del evangelio.
Respecto de Andrea Greco, la verdad es que dicha señora ha publicado una cita que es del Dr. Alberto Caturelli, no de ella. La "supuesta sapiencia", entonces, endílguesela a Caturelli.
Y para rematarla, "a juzgar al mismo Cristo". ¿Puede explicarnos, por favor, esa sentencia? Le ruego intente esgrimir algún argumento racional para que podamos entablar una discusión. Los argumentos ad hominem no son válidos para ello.
Al referirse a Cristo, seguramente se está refiriendo "al barba", o sea un "flaco" que no molesta, que no se la juega, que no juzga (¿quién soy yo para juzgar?), que se acomoda a las circunstancias, un saco que me pongo o me lo saco, lo acorto o lo alargo, depende de las circunstancias; un Cristo cuya Cruz esconde cuando incomoda, aguado, edulcorado, "socialista", "comprensivo" (con el enemigo pero nunca con un tradicionalista recalcitrante). Creo que el maestro Caturelli y este señor, hablan de cosas distintas.-
ResponderEliminarEl Apologista de Pueblo Diamante.-